Introducción
Salen nuevos suplementos para corredores al mercado que dicen que hacen milagros y la gente pierde el norte por comprarlos. Esta historia la veo repetirse mucho.
Las marcas hacen muy bien su marketing, todo sea dicho.
Puede llegar a parecer que un suplemento puede suplir la falta de descanso, una dieta inadecuada o la falta de entrenamiento.
Y no, no es así.
Al final un suplemento es eso: un suplemento.
Algo que suplementa.
Pero si la base de la que partes es mala…pues el suplemento no hará el trabajo por ti.
Entonces, ¿la suplementación es mala? ¿No hay que tomar nada?
Yo no he dicho eso.
Los suplementos para corredores están para ayudarnos, pero debemos entender que es una industria poco regulada a día de hoy.
Es decir, hay algunos productos que no son de calidad y aun así permiten su comercialización.
Tres premisas incuestionables a la hora de elegir un suplemento para corredores
Las 3 premisas que deben cumplir los suplementos para corredores para que pueda recomendarse son las siguientes:
1) ¿Es seguro para la salud?
Que no te haga daño. Tomes lo que tomes, que no te produzca ningún efecto adverso que sea peligroso para tu salud.
2) ¿Es eficaz?
Esto quiere decir que el suplemento haga el efecto que dice la marca que hace. Por ejemplo, si dice que retrasa la fatiga, que sea verdad.
Spoiler: la mayoría de suplementos no son eficaces. Aunque un producto esté en la estantería más visible de tu tienda habitual, puede ser un fraude.
Como te he dicho, falta regulación.
3) ¿Es legal?
Que su uso esté permitido en el ámbito deportivo (si no se llama doparse).
Tres preguntas de contextualización
Una vez que vemos que el suplemento para corredores cumple todas estas premisas, ya podemos pasar a plantearnos si tiene sentido que una persona concreta lo consuma o no.
Para ello hazte siempre estas preguntas:
1) ¿Me puede ayudar a mí?
Toma solo lo que realmente te ayude a ti para tus objetivos y en tu contexto actual.
Por ejemplo, podrías tomar cápsulas de cafeína para retrasar la aparición de fatiga en una ultra…pero no tendría mucho sentido que tomaras estas cápsulas antes de hacer unas series rápidas.
2) ¿Estoy duplicando?
Revisa siempre la etiqueta de todo lo que consumas y ten clara su composición.
No te quedes solo con el nombre y el eslogan. Revisa la ficha técnica del suplemento y sé consciente de lo que lleva.
Por ejemplo, imagina que te planteas tomar agua de mar en carrera para aumentar la ingesta de sodio…pero a la vez ya estás tomando una isotónica y unas barritas que cumplen con las cantidades que necesitas.
En ese caso no tendría sentido tomarlo.
Podría tener sentido cambiar uno por otro, pero duplicar…no.
3) Si estoy duplicando, ¿qué alternativa es la mejor?
Según.
Si ambos productos son eficaces, seguros y legales, tendrás que probar y decidir.
Si alguno de ellos no cumple los 3 criterios fundamentales, quédate con el que sí que los cumple.
Así que NUNCA tomes un suplemento porque le vaya bien a tu amigo, a tu cuñado o a un atleta o influencer con intereses económicos.
Puedes escuchar a todos para enterarte de las novedades, pero luego la decisión final tómala en base a lo que te he contado en este email.
Y recuerda que un suplemento es solo un suplemento y que no siempre hay que tomarlos.
Lo que siempre hay que hacer, te suplementes o no, es entrenar bien. Eso te lo cuento aquí: ENTRENAMIENTO PARA TRAIL RUNNING Y ULTRA TRAIL