Esta semana, al entrenar un poco menos, estoy aprovechando para hacer una introspección de mis propósitos vitales, por eso el martes te hablé de mi Gran Porqué en este vídeo.
Todo propósito interior tiene una proyección hacia el exterior.
Se proyecta en todo aquello que te rodea. En tu pareja, en tus hijos, en tus amigos, en tu trabajo, en los desconocidos que te cruzas por la calle, etc.
Por eso ayer quise proyectar hacia fuera mi visión del entrenamiento de trailrunning en este artículo. He querido compartirlo contigo para conectarnos profundamente a través de las palabras.
Ten claro que tus propósitos se convertirán en el legado que dejarás cuando ya no estés.
Por eso es tan importante saber qué es lo que te mueve a ti a ser tu mejor versión.
Dicho de otra manera, ¿a ti por qué te gustaría ser recordado?
En mi caso, a nivel profesional, me gustaría ser recordado por ser buena persona y haber ayudado a muchos corredores a alcanzar su Gran Porqué.
Este es el legado que quiero dejar.
Una visión limpia y clara del entrenamiento, que conecte profundamente con tus objetivos y propósitos vitales.
Con todo tu corazón, pero sobre todo con toda tu mente.
Un estilo de vida que que sume.
Y cuando mires atrás, sientas orgullo de tus pasos, pudiendo decir de forma sincera: «Sí, ha merecido la pena».
Esa es mi forma de ayudar a los corredores.
Correr es el camino, pero la realidad es mucho más profunda.
Se trata de alcanzar tu Gran Porqué.
Se trata de ti.
Se trata de tu legado.